Gato
Gato se refiere generalmente al gato doméstico común (Felis sylvestris catus). Sin embargo, la palabra también se usa como término genérico para cualquier felino de la familia Felidae. Los felinos son uno de los fenotipos más populares de los furries, siendo un número significativo de estos gatos domésticos.
Existen 36 especies reconocidas de gatos salvajes. El más grande estos es el tigre. Los cuatro gatos grandes (clasificados así por su habilidad para rugir) son el tigre, el león, el jaguar y el leopardo, en orden decreciente de tamaño. A veces el guepardo y el puma son considerados gatos grandes, aunque ellos son estrictamente gatos pequeños con una estructura física diferente.
La mayoría de los gatos salvajes en la naturaleza se enfrenta a varias amenazas: la pérdida de su hábitat y sus presas, la caza furtiva y conflictos con los humanos. Estas amenazas representan consecuencias desastrosas para su bienestar y supervivencia.
Alrededor de 40 razas de gatos domésticos han sido reconocidas oficialmente. Existen algunas razas creadas a partir de híbridos entre gatos domésticos y otras especies felinas. Como mascotas caseras, los gatos viven frecuentemente en rivalidad con sus dueños por espacio propio.
El simbolismo de los gatos en la mitología[editar]
- En la mitología nórdica: Freya, la diosa del Amor, poseía un carruaje tirado por gatos.
- Mitologia grecorromana: Para los antiguos griegos, el origen del gato se remontaba a Artemisa, diosa de la caza, que había dado vida al gato para poner en ridículo a su hermano Apolo, que previamente había creado al león para asustarla.
- Otros mitos: En la tradición Celta se relata que las brujas consideraban como sus mejores amigos a los gatos erizos, en especial los de color negro. La Bruja utilizaba a su gato, como su sirviente mensajero o secretario y también se decía que era alguna persona transformada por un conjuro, doblegando su voluntad.
El gato en la mitología Egipcia[editar]
Tal vez la importancia del gato en la mitología egipcia merezca ser recalcada.
En los periodos de los que hablamos, debemos considerar las plagas que asolaban los graneros egipcios, produciendo pérdidas y enfermedades. El gato era el único animal que podía espantar esas plagas, matando las ratas y ratones.
El gato se volvió, entonces, una divinidad. Hasta tal punto era su importancia que se hacían entierros fastuosos en su honor, y donde muriera el gato de la casa, todos los integrantes deberían depilar sus cejas y guardar luto.
Importante es citar a la diosa Bastet, la diosa gato, señora del amor, las cosechas, y la fertilidad junto a varias diosas más. Su contraparte era Sekhmet, la leona, la violencia y la sangre.
Mitos y supersticiones sobre el gato[editar]
He aquí algunos ejemplos de mitos o supersticiones respecto a los gatos.
- Según la creencia popular el matar un gato o sus crías trae mala suerte, de aquí que algunos prefieran pagar a otros para que los maten en caso de ser muy necesaria su desaparición.
- Soñar con un gato es de mal agüero según los simbolismos de los sueños. Esto varia también dependiendo de su color.
- En algunas regiones del sur de Estados Unidos todavía se piensa que, si se permite a un gato acercarse a un cadáver humano, una horrible desgracia caerá sobre la familia del difunto.
- En Sicilia, un gato negro representa el mal de ojo.
- En Kentucky existe la creencia de que la visita de un gato negro a una casa es señal de buena suerte, excepto si decide quedarse, en cuyo caso significaría infortunio.
- En la Gran Bretaña del siglo XIX, el que un gato negro se paseara por delante de unos novios a punto de casarse representaba felicidad y fecundidad para los contrayentes.
- En el pasado, los marineros consideraban que traía buena suerte tener un gato negro a bordo, aunque no se podía pronunciar la palabra "gato", pues hacerlo acarrearía grandes desgracias.
- Las mujeres de los marineros solían tener un gato negro en casa para asegurarse de que sus maridos volverían sanos y salvos.